En el entendido que la escritura, en general, posee mérito artístico, y que la corrupción es toda conducta ilícita en que incurre un funcionario público o cualquier otra persona que participe en las ganancias de actos fraudulentos o de cualquier otro acto indebido, así como que el Derecho es el orden normativo de la conducta humana en sociedad, inspirado en postulados de justicia, guarda una íntima conexión con las principales disciplinas humanísticas entre las que destaca la Literatura, al Derecho se le ha considerado simultáneamente una ciencia y un arte. Y es por lo anterior que decidimos iniciar el presente apartado con la exposición de un ensayo relativo a la correlación entre el Derecho y la Literatura, para posteriormente exhibir casos reales de corrupción y sus principales actores, en diversas instituciones tanto públicas como privadas.